Investigadores de la UTA analizan uso del manganeso en la Cultura Chinchorro

Este mineral potencialmente neurotóxico era ocupado en las prácticas de momificación artificial

Regional 19/01/2022 Marcelo Soto Marcelo Soto
Pintando cuerpo con Mn 10x6 cm

Un grupo de investigadores de la Universidad de Tarapacá (UTA), encabezados por Bernardo Arriaza, se encuentra realizando el proyecto “El color de la muerte: El uso ancestral del manganeso y el posible envenenamiento crónico de las poblaciones Chinchorro en el desierto de Atacama” con el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt).

Esta investigación tiene como objetivo estudiar el grado de toxicidad y bioacumulación del manganeso en las poblaciones Chinchorro a causa de su uso recurrente en las prácticas de momificación artificial.

El manganeso es un mineral potencialmente neurotóxico y las antiguas poblaciones Chinchorro lo explotaron ampliamente, refinándolo y utilizándolo como colorante negro para ornamentar los cuerpos de los difuntos durante el proceso de momificación.

Según los investigadores, la continua explotación del manganeso causó un impacto importante en la salud de la población Chinchorro por la sobreexposición continua a este mineral, ya fuese por inhalación de partículas del polvo o por contacto a través de la piel durante su manipulación.

Para contrastar esta hipótesis, estudiarán colecciones arqueológicas y bioarqueológicas del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa. Además, como parte de la metodología estudiarán varias matrices analíticas para cuantificar el nivel de este mineral bioacumulado en los tejidos de las momias, así como la pureza y toxicidad del manganeso empleado en la momificación.

En este sentido, Arriaza afirmó que “los Chinchorro fueron los primeros artistas plásticos fúnebres de la prehistoria andina. Ellos, con mucha experticia, estética y empleando maderos, arcillas y minerales, trasformaron a sus difuntos en verdaderas obras de arte. Fueron artistas de la muerte”.  Sin embargo, para el investigador, el uso de pigmentos y minerales, como el manganeso, debe haber tendido sus consecuencias negativas para la salud.

Actualmente, el proyecto está en la etapa de recolección de muestras actuales y bioarqueológicas para análisis comparativos y la afinación de los protocolos de laboratorio.

Al respecto, Leonardo Figueroa (Departamento de Química UTA), co-investigador del proyecto, señaló que mediante el análisis de micromuestras de restos orgánicos provenientes de los cuerpos y el empleo de espectrometría de absorción atómica se puede investigar la posible contaminación que hayan tenido los Chinchorro en el pasado.

Por su parte, Juan Pablo Ogalde (Instituto de Alta Investigación UTA), co-investigador del proyecto, indicó que las estrategias químicas y geoquímicas planteadas en el proyecto permitirán, sin duda, adentrarse en los sistemas tecnológicos del manganeso en la momificación Chinchorro, lo que incluye estudiar fuentes naturales de manganeso, artefactos e individuos. 

Entre tanto, la co-investigadora Vivien Standen (Departamento de Antropología UTA) afirmó que esta investigación aporta una nueva mirada para comprender otros aspectos cotidianos de las poblaciones Chinchorro y los riegos involucrados en la cadena operativa del manganeso: desde la recolección de este mineral hasta su posterior aplicación durante el proceso de momificación artificial.

 PROYECTO

El proyecto encabezado por Arriaza -quien también es director del Centro de Gestión Chinchorro UTA- es desarrollado por el Instituto de Alta Investigación de la UTA  y cuenta con la participación y colaboración del Departamento de Antropología y el Departamento de Química de la misma casa de estudios superiores.

Además, esta iniciativa cuenta con importantes colaboradores internacionales como los investigadores Dulasiri Amarasiriwardena (Hampshire College, MA, USA) y Sian Halcrow (Universidad de Otago, Nueva Zelandia).

A nivel nacional, colabora Martin Reich (Departamento de Geología, Universidad de Chile), mientras que, localmente, cuenta con el apoyo de los profesionales de la UTA Mariela Santos, Natalia Aravena, Arnoldo Vizcarra, Jannina Campos, Camila Contreras, Susana Monsalve y Raúl Rocha.

Actualmente, esta investigación incorpora la participación de tesistas como Gabriela Zelaya (U. de Chile), Consuelo Huerta y Stephanie Bustamante (UTA).

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