Diálogo de solución y no de contención

Es cada vez más común escuchar en las autoridades actuales, que se debe dialogar con la comunidad, que como resultado, se generan consensos y acuerdos. Sin embargo, es difícil conseguir este objetivo cuando una de las partes utiliza el diálogo como medida de contención, más que una herramienta de resolución a problemas comunes e históricos.

Esto ha quedado en evidencia, con los constantes diálogos que tuvo el Gobierno, tras el paro de Camioneros, locomoción colectiva y gremios adherentes, en que a pesar de los constantes diálogos, se debió entregar un ultimátum  por la ministra Izkia Siches, que a todas luces, rompe el ya recomendado diálogo.

Ahora, la pregunta es ¿cuáles fueron los resultados del diálogo? Si bien, la primera intención en el norte y sur del país es reducir la delincuencia, no se ven aún medidas concretas ante estos actos, es más, el último hecho de violencia en Los Álamos dejó más de 30 camiones quemados y ataques de encapuchados armados a trabajadores. En el norte la realidad no es diferente, hace muy poco el Fiscal Regional en Arica y Parinacota,  informó que en lo que va del año, llevamos 10 homicidios con arma de fuego a propósito del joven de 20 años muerto en la madrugada del pasado sábado.

Si nos vamos al plano económico, los combustibles no han parado de subir, siendo esta también una demanda principal de las paralizaciones vividas la semana anterior, este jueves nuevamente nos afectó un alza en el precio de la bencina y el petróleo anunciado por ENAP, que por supuesto repercutirá en la conocida “canasta básica”, que hace imperiosa una medida concreta y directa por parte de la administración actual.

Además, estamos a pocos días de la apertura del complejo Chacalluta, en la frontera con Tacna, que hace más sensible el ambiente de progreso para las miles de Mipymes, que ven con pocas esperanzas que las autoridades impulsen un incentivo al consumo regional, aún más claro, no existe hoy una sola medida regional que beneficie el turismo y comercio local.

Como ex consejero regional, entiendo que el discurso del Delegado Presidencial Ricardo Sanzana y del Gobernador Jorge Díaz, como máximas autoridades de la región, deba ser un llamado a la calma y al diálogo, porque además gozan de un mismo sector político, pero esta ventaja debería ser una herramienta que fortalezca las demandas de la comunidad y no una herramienta de protección a la actual falta de decisión y errores no forzados en los que se ve envuelta la administración en curso.

Cuando el diálogo se vuelve constante, sin soluciones concretas y con capacidad de alzar la voz sólo por una de las partes, el contexto se vuelve tenso y los ánimos comienzan a cambiar. Esperemos que este constante llamado a dialogar, no continúe siendo un comprador de minutos, que por parte de nuestras autoridades provistas de promesas y no soluciones, siguen mirando los errores en una gestión anterior sin una clara capacidad de planificar a futuro.